El origen del 8 de Marzo es un hecho que marcó la historia de las mujeres en la lucha por los derechos laborales. En 1908, en la fábrica “Cotton de Nueva York”, las mujeres que ahí laboraban se habían organizado en huelga para exigir la reducción de la jornada laboral a 10 horas diarias; este hecho provocó la ira del patrón, quien ordenó cerrar las puertas para obligar a las mujeres a reconsiderar su exigencia. Desafortunadamente se originó un incendio al interior de la fábrica y las puertas no fueron abiertas, lo que ocasionó la muerte de más de 130 mujeres que murieron calcinadas. Esta lamentable historia trajo como consecuencia que el 28 de febrero de 1909 se realizara una marcha en Nueva York para protestar y pedir justicia, logrando conglomerar a más de quince mil mujeres, conmemorando de esta manera el primer día de la mujer trabajadora.
El 3 de mayo de ese mismo año, en la Cd. de Chicago se realizó otra protesta por esa misma causa, en dicha marcha estuvieron presentes algunas mujeres socialistas como Corinne Brown y Gertrude Breslau Hunt
Por propuesta de Clara Zetkin, se proclamó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora; pero fue hasta 1977 cuando la Organización de las Naciones Unidas proclamó el “Día Internacional de la Mujer” y desde entonces cada 8 de Marzo se aprovecha para revisar la agenda pendiente de las mujeres en aras de conseguir la igualdad sustantiva en lo laboral y en otras desigualdades que aún se enfrentan.
Es por esta razón que el 8 de Marzo no es una fecha de celebración de las mujeres, sino de conmemoración de lo sucedido en 1908 y es un día en el que los países revisan las brechas de género y las deudas que aún se tienen con las mujeres para garantizar igualdad de oportunidades.
La discriminación limita la creatividad y el talento, obstaculiza la inclusión y daña al tejido social; en este sentido la educación tiene un papel protagónico en el cambio social y en la construcción de un mundo para todos y todas.
-Elizabeth Herrera.